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   Transcipción a texto webinar introductorio.

   Presentación de Susanna Capseta Ribas.

Desde muy pequeña la insaciable sed de conocimientos y el interés por el arte de curar le guían hacia al estudio de fenómenos de difícil explicación dentro de la ciencia oficial. La posterior investigación y divulgación de estos le conduce en 1993 a co-fundar y coordinar el Aula de Parapsicología y Paraciencias dedicada a la difusión y divulgación de los fenómenos para-físicos y para-biológicos.

En este periodo aplica de forma estricta los conocimientos adquiridos y unifica las leyes del plano físico y mental con la actividad profesional de naturopata-acupuntora. Periodo que culmina con la fundación del Aula Per l´Estudi i les Teràpies Alternatives, entidad dedicada a la enseñanza y divulgación de las terapias naturistas y su aplicación a la educación y crecimiento personal.

El proceso de maduración personal y profesional en esta entidad le conduce; hacia las concepciones biofísicas quántico relativistas; y a la aplicación directa de los conocimientos al mundo de los árboles y plantas así como a la publicación de los libros: Viaje al Mundo de la Alquimia Mental-I. Curso de Plantas Medicinales. Los Aceites Esenciales. Y el Sungazing de los Árboles, elaborado como una herramienta para la aplicación de la acupuntura en vegetales.

Con este último libro de aplicación práctica, del día a día, de las concepciones biofísicas, leyes físicas y mentales, al mundo de la biología y del crecimiento personal concluye la búsqueda de un horizonte paradigmático. Nace la Susanna que se autodefine “lingüista de la biología” dedicada plenamente a la investigación y difusión de la medicina quántica intrónica y con este fin funda L´Associació per la Salut Natural i Paradigma Quàntic.

Relación Webinars por:
Susanna Capseta

-El Sol


-Efecto de las tormentas solares en la Tierra


-Tormentas solares y su efecto en la biología


-La tormentas solares en nuestras células


-Tormentas solares y ADN


-Efecto radiación coherencia de las tormentas solares





Bienvenidos. Soy Susanna Capseta.
Me dedico, desde hace más de 20 años, al estudio de la biofísica, es decir a la interacción entre la física quántica   con la biología y como ello repercute en nuestra salud. Normalmente se entiende que la quántica exige una gran aparatología, nada más alejado de la realidad, pues yo prescindo de ella.

Atravesamos un periodo de gran actividad solar que hace que nos cuestionemos ¿Cómo influyen las tormentas solares en el cuerpo humano? Por lo que considero el  momento adecuado para desarrollar estos webinars  donde además del efecto de las tormentas solares se expondrán  algunos fundamentos básicos de  biofísica para adentrarnos en la conexión Sol -Tierra - Hombre.

La respuesta a este gran interrogante deberá ser la más simple posible. Pues yo estaba harta  cuando estudiaba: química, física, biología…, que las materias de estas disciplinas no girasen en explicar ¿cómo se crea la vida? en lugar de interpretar  su degradación  y destrucción.  Como   mucho nos queramos en entender como esta se bate en retirada. ¡La maldita entropía¡

El siguiente texto corresponde a la transcripción del primer webinar introductorio de presentación.


Tormentas solares masa coronal y cuerpo de luz.

Se entiende por masa coronal a la materia  de la corona de nuestro Sol que es escupida, hacia el exterior, al generarse tormentas muy intensas.  Que el Sol escupa materia, nos parece extraño, pues normalmente esperamos solo algunas partículas junto con la emisión de radiación.

Para ello hagamos una abstracción didáctica y comparemos el Sol con un átomo entorno al cual orbitan y se intercambian los electrones, ( el equivalente a los planetas), llenándose vaciándose y completándose las órbitas. Incluso las interacciones de los electrones entre las órbitas determinan los estados de la materia desde el fundamental, de mínima energía, hasta los estados de agregación: sólido, líquido y gaseoso cuya reacciones se generan de forma análoga en la corteza solar.
Este modelo nos sitúa en una “meteorología solar, y nos explica solo la radiación de su corteza.Pero el Sol escupe  materia procedente de su corona hacia el exterior, de manera similar a lo que acontece en el núcleo del átomo. Por lo que ya no nos hallamos en el terreno del estudio de la corteza sino del núcleo regido por las leyes de la mecánica quántica competencia de la biofísica. Y  desde ella postulamos, de forma análoga que lo que ocurre en lo grande el Sol es aplicable también a lo infinitamente pequeño del  núcleo del átomo. Lo cual resulta esencial para   explicar las interacciones de las tormentas solares y sus efectos en la biología.

El sol expulsa partículas y masa coronal  ionizadas a altas temperaturas, compuestas de protones y núcleos en estado plasmático, como un volcán, que viajan por el espacio  pudiendo algunas colisionar con la Tierra. Por lo que hemos de hablar primeramente  de los estados de la materia y concretamente del estado ionizado o de plasma. Sí a la materia en estado sólido le inyectamos energía obtenemos el estado líquido, y si a este le inyectamos nuevamente pasamos al  estado gaseoso.  Al inyectar más energía  al estado gaseoso el átomo se ioniza,  los electrones huyen del átomo y  queda el núcleo desnudo alcanzando el estado  ionizado o de plasma.

Volvamos al núcleo atómico. Si un núcleo se le inyecta más energía se deforma y entra en alto Spin. Generándose un movimiento similar a un bombo giratorio que expulsa con gran fuerza las orbitas, menos densas (medio llena o medio vacías)  y altamente ionizadas.   El mismo efecto transcurre de  forma  análoga en la tormenta solar con expulsión de masa coronal, repleta de materia plasmática muy cargada y altamente ionizadas. Provenientes de plasmas con aún más energía, hallándose estas en estado de  superconductividad.  Curiosamente la materia expulsada bien del átomo o de la corteza solar guarda correspondencia con nuestro cuerpo de luz.

De lo expuesto deducimos un efecto en nuestra biología. Efectivamente  los seres vivos interaccionamos  con parte de  la radiación electromagnética emitida por el Sol en la gamas de frecuencias  de la luz visible y una pequeña parte del infrarrojo y ultravioleta. Y con el resto de emisiones del espectro que logra penetrar en la atmosfera y nuestra biología de forma aún incierta. Recordemos que la luz como partícula transporta materia y como onda energía.

Tras lo expuesto no resulta extraño  parte de  la radiación solar  que ha  penetrado  quede atrapada bien  en la geometría de los enlaces, organizándose en la porción materia. El resto  energía sin materia en estado libre constituye la porción onda.
Las radiaciones externas que han penetrado en nuestro interior son apantalladas por el cuerpo de luz, como un cojín- esponja , de forma similar al campo magnético terrestre.


¿Cómo influye la radiación solar en la Tierra y la biología? Y ¿Cómo nos protegemos?

Si la energía  procedente del espacio impactarse directamente en la Tierra la vida no sería posible. Por ello la Tierra cuenta con la protección del campo magnético, de 0.52 gauss de promedio en la Tierra cuyo radio de acción forma un escudo de 6 a 7 gauss, lo suficientemente intenso para aprovechar y desviar,  toda la energía y materia radiante procedente del espacio.

Cuando las partículas llegan al escudo magnético terrestre, son redirigidas por el campo magnético hacia los polos, que las concentran  y  la descarga posteriormente en forma de aurora boreal.

Un efecto de la aurora boreal consiste transformar la radiación nociva en biótica.Pues la tormenta magnética que genera rompe los átomos de nitrógeno de la atmosfera haciéndolos asimilables por los vegetales, sin este efecto los vegetales interrumpirían su ciclo vital. De forma similar cuando una parte de la energía radiante  penetra en nuestra biología se comporta la mayoría de veces como energía perversa, actuando en oposición a nuestra energía biológica.

Del pulso entre ambas se establece una guerra  biológica en la componente bioquímica de nuestra biología.  Y de forma paralela  en la componente biofísica  un dialogo en cuatro etapas: dilución, solvación, resonancia y transcripción. Ambos necesarios ya sea para apantallar o rechazar la energía perversa o bien para asimilarla.

En esta guerra - dialogo juegan un rol importante varios mecanismos biofísicos que interconectan el cuerpo físico con el cuerpo de luz, los cuales se describen a continuación.


Los tejidos biológicos acumulan carga y se defienden  mediante el cuerpo físico y el cuerpo de luz.

El cuerpo de luz: se halla formado por: los núcleos desnudos y paquetes de luz excluido del  núcleo y por   los plasmas: (emisor, biológico y biótico), en estado de superconducción y alto spin. En él la luz prioriza la energía libre, no enlazada, en estado de onda e  interviene en los procesos de: crecimiento, multiplicación y reproducción, reorganizando y regenerando la materia, entropía negativa.

El Cuerpo Físico: estructura redes geométricas que codifican frecuencias, consumiendo e intercambiando energía,  mediante reacciones químicas de transferencia de electrones (Redox) y transferencia de protones.  Entropía positiva.

Estudios recientes en biofísica indican que existen en el interior de  nuestras células y en el ADN, a temperatura ambiente, estados complejos de plasma de materias radioactivas que están a miles de grados  en estado de superconducción y alto spin con emisiones de naturaleza radiante cuantificables. Y aunque  estos estados de  plasma parecen contrarios a todo desarrollo vital en razón de sus altas temperaturas,  actúan de fuente de entropía negativa. Pues en nuestro interior más del 5% de la materia seca, y proteínas fotosensibles del tejido cerebral y nervios, están compuestas por rodio e iridio en alto spin.; e incluso en nuestro entorno localizamos fuentes naturales de estos metales en alto spin, en el  aloe vera y el zumo de uva.

¿Cómo  puedo yo dar  vida  a un ser cuando he consumido la mitad de mi carga vital? El ser engendrado poseé siempre más carga vital que su generador.  Yo esto en el campo de la física es totalmente imposible sin revertir la entropía.


Ahora bien ¿cómo penetra esta energía en la célula?
La célula al igual que la atmosfera terrestre posee la capacidad  de transducción, es decir   absorber y transformar parte de esta energía radiante. En ella la materia exterior penetra  por un efecto aceleración de forma similar  a  como un meteorito lo hace en la atmosfera. Siendo esta entrada de gran relevancia ya que la  materia entrante se ioniza totalmente.  Y para ello la “energía - materia ionizada”, que penetra, debe  estar afinada en acorde de resonancia, con una frecuencia  resonante con los plasmas biológicos  de  la  célula. Puesto que ningún nervio ningún vaso sanguíneo y ningún linfático toca la célula.
De esta forma el cuerpo de luz puede acumular,   energía: electrones - fotones, cuyos  efectos e interacciones en la biología: tejidos, célula , ADN…, iremos viendo en los sucesivos webinars.


El papel de los electrolitos.

Los fluidos electrolíticos que bañan la totalidad de nuestros células actúan, merced a sus propiedades electrolíticas y adiabáticas, como un dique electroestático frente a la radiación y al calor. Una buena imagen didáctica del fenómeno consiste en imaginar al dique electroestático  como un muro  formado por los elementos de la tabla periódica en torno al cual se acumulan cargas eléctricas. En él cada elemento  actúa con una frecuencia sin dejar hueco alguno. Cada elemento aporta una frecuencia pongamos por caso de 2, otro de 4, otro de 8, y así sucesivamente, 16, 32, 64.
Un hueco en el  cojín  electroestático  es comparable, didácticamente, a un agujero de ozono  en la atmosfera. Por lo que la mejor forma de protegernos consiste en no tener huecos, es decir carencias, y en el equilibrio y armonía de todos los elementos y matrices metalográficas.
Cuando hay un hueco en el dique electroestático  el cuerpo de luz  se torna ineficaz,  pierde la capacidad  de apantallamiento y puede llegar a colapsarse. A su vez el colapso  permeabiliza las membranas frente a intrusos: virus y bacterias como puede ser el caso de las infecciones renales recidivantes.

Entre los electrolitos localizamos un grupo de metales altamente importantes los lantánidos       (La 3+).  Los lantánidos: absorben la radiación, la ponen en bolsas “orbitales” y luego nos la devuelven transformada en energía biótica, adecuándola a nuestro acorde de resonancia y actuando como un mecanismo de autodefensa. De esta forma la energía pasaría a sernos  útil y a generar intercambios  coherentes.


El papel de las membranas.

En el apantallamiento juegan también un rol importante las membranas celulares pues gran  parte de la energía radiante externa  que han conseguido penetrar  es recogida por las membranas celulares que actúan a modo de condensador.

Como datos curioso se ha constatado entre las bicapas de las membranas de las células diferencias  de potencial (d .d. p) de hasta 50.000 mV. El trueno de energía  generado por el “meteorito”  descarga en la membrana y libera, en un intervalo de millonésimas de segundo, materia ionizada a miles de grados, que al caer hacia el estado fundamental invierte parte de la entropía. Es aquí donde las partículas se vinculan  con la geometría a  través de una proporción geométrica y matemática. (La proporción áurica, y secuencia de Fibonacci).  Que constatamos  en el código genético y el ADN y que también detallaremos un su respectivo webinar.

 

El papel del ADN.

En el  código genético y concretamente en el ADN localizamos materia condensada,  en forma de un tercer cordón plasmático, que no podemos ver   pero que a la vez es el causante  de la torsión del campo eléctrico y magnético  de las diferentes bases del ADN, donde radica nuestro potencial regenerador.

Vayamos ahora a la geometría del ADN: El ADN tiene  un paso de rosca de 34 Angstroms    y 20 A de anchura.  Curiosamente si dividimos 34 entre 20 nos sale 1,7. Esta cifra redondeada nos aproxima al número áurico  o numero fi. La energía procedente del exterior  tiene que transformarse, transductarse, y lo hace adoptando  un  patrón geométrico, paso de rosca,  en acorde con el ADN. Así el paso de rosca del ADN determina un patrón geométrico coincidente con la máxima eficiencia  biológica, máxima expansión y mínima superposición a análoga al estado de alegría del ADN. Lo que repercute  la recarga de energía y  fuerza vital.

Para facilitar la comprensión de este concepto tomemos como ejemplo las copa de un árbol. En un árbol observamos un fenómeno curioso vemos que la copa tiende a la  máxima expansión de hojas y ramas en el espacio y a la vez a la mínima superposición, estado que se corresponde con el máximo nivel biológico de vibración o estado de alegría. En él las hojas no se estorban no se hacen sombra entre ellas.  Lo mismo ocurre con el ADN, en un estado de resonancia concreta, que tiende a ocupa el máximo espacio con la mínima superposición. La elongación del ADN, con independencia del motivo  modificara las medidas, pudiendo encontrar proporciones de 1,5 o 2,1. Este mismo efecto de modificación lo vemos en las hojas  que se  van haciendo sombra entre ellas. La geometría se ha alterado, perdido coherencia pudiendo comportarse la energía no armónica de forma parasita o toxica que no puede ser integrada.
Ahí hay algunos físicos que hablan de ADN "cabreado" ya que al perder energía vamos perdiendo la capacidad  de tener y expandir el espacio y yano puede incorporar materia.

“Cuando las proteínas aprenden a tragar luz estas cambian de forma se moldean en la siguiente Simetría de giro” Dan Winter.

La proporción dorada no solo la vemos reflejada en el paso de rosca  de ADN también la encontramos  en el universo. Pues si dividimos la cte de Planck  por el promedio del diámetro del átomo de hidrogeno obtenemos nuevamente la proporción aurea o numero fi. Lo que nos demuestra la equivalencia entre lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño.

 

   

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