Esquema de para y diamagnétismo

Con los materiales rocosos podemos modificar los flujos de capacitancia y permeabilidad magnética.

Redes telúricas entorno y meridianos.

Constatamos experimentalmente que el efecto nooducto, sin excepción, en todas las sustancias sometidas a la acción del campo magnético, desde el ámbar electrizado por frotación, atrae a todos los objetos, siempre que sean de reducido tamaño. Hasta la atracción del imán que atrae los materiales de consistencia mayoritariamente ferrosa, es decir el hierro.

La diferencia entre ambos efectos, es fruto de las corrientes eléctricas y las cargas en movimiento, así como su permeabilidad, y aunque todas se comportan como imanes el equilibrio dinámico generador de campos magnéticos es diferente.

La permeabilidad magnética la podemos resumir a efectos prácticos en tres niveles:

El primer nivel denominado magnético, posee una permeabilidad mucho mayor que la del vacío. Cuando es ligeramente mayor que la del vacío nos hallamos en el segundo nivel denominado paramagnético. Y en el tercer nivel es ligeramente menor a la del vacío hablamos diamagnétismo.

Los niveles de equilibrio expuestos provienen de la capacidad de rotación del electrón entorno así mismo. La cual se ejecuta a largo del eje mayor de simetría, de forma paralela a las línea de fuerza del campo magnético, nos hallamos en presencia del fenómeno paramagnético. Si lo hace de forma perpendicular a la dirección del campo estamos antes un material de propiedades diamagnéticas.

Ahora bien la orientación rotación y permeabilidad magnética de las corrientes y cargas obliga a todos los materiales en presencia a reajustarse. Podemos visualizar claramente este efecto de reajuste tomando como ejemplo al agua, ya que posee la facultad de compartir la capacidad de carga, es favorablemente paramagnética y sigue al paramagnetismo, alineándose a sí misma usando el campo local de carga almacenado, capacitancia, por lo que las fluctuaciones de la capacitancia de las líneas telúricas influye sobre las vetas de agua. Esto significa recíprocamente, que si conseguimos compensar las fluctuaciones magnéticas podremos mantener la estabilidad de la vetas de agua e impedir que estas fluctúen. Lo que no deja de ser una forma de acupuntura geológica a Gaía, recordando con lo ciencia el antiguo arte de los druidas.

El efecto de reajuste lo vemos también en el paisaje…, pues se ha podido comprobar a lo largo y ancho de la tierra desde tiempos ancestrales la existencia de parajes, que presentan la peculiaridad de “hacernos sentir bien”. Identificados a lo largo de la historia en todas las culturas y civilizaciones, desde el “buen sitio” de Castaneda, hasta los lugares de poder, marcados con el guardián de la puerta. Algunos son fácilmente identificables, ya que en ellos se hallan ubicadas múltiples edificaciones… monumentos megalíticos, ermitas, catedrales. Hallándose por tanto cargados de historia. Y utilizados desde la noche de los tiempos por chamanes y druidas para curarse, curar o evolucionar espiritualmente, que pasan por lo general desapercibidos pues se hallan, sorprendentemente, en su ubicación casi solapadas a zonas de gran perturbación.

Todos estos parajes presentan la peculiaridad de emitir una determinada radiación, hoy diríamos biótica, fruto de la interacción de las radiaciones geológicas con las cósmicas y de la vegetación. Ya descrita en la cultura oriental en las venas del dragón una forma simbólica de expresar el intercambio de energías, que envuelven la tierra y la relacionan con el cosmos. Radiación que podemos utilizar para armonizar nuestro cuerpo y mente.

El efecto macro cósmico de estos parajes es analógicamente comparable a la acupuntura, que regula actúa y abarca, en el ámbito micro cósmico del ser humano los flujos de información biológica en todas las facetas del ser, ya se trate del campo emocional, psicológico o espiritual, a través de unos canales de memorias ancestrales denominados meridianos.

Los efectos micro cósmicos de la acupuntura, ya descrito en el ser humano, ligan el geomagnetismo con los meridianos de acupuntura tradicional. Prueba de ello son los meridianos curiosos donde la energía ancestral, heredada de nuestros progenitores, se orienta a lo largo del geomagnetismo de la tierra y de los puntos cardinales, mediante ocho matrices que rigen las vísceras y funciones curiosas entre ellas: la sangre..., médula ósea..., sistema reproductor...y hepático biliar…

En el ámbito geo telúrico o macro cósmico la disciplina emparentada con la acupuntura es la denominada ingeniería reticular. Esta disciplina trabaja también con los canales o líneas magnéticas, que transportan y comunican la cinética del movimiento de la materia, a lo largo de las dimensiones del espacio-tiempo, nutriendo y equilibrado nuestra madre tierra sustentadora de vida.

Encontramos referencias de esta ingeniería en los celtas, que alimentaban las semillas y equilibraban el paramagnetismo, ordenando las líneas de fuerza, mediante dólmenes menhires y piedras paramagnéticas. Y en las técnicas de fertilización del suelo (agricultura biodinámica) y regulación de campos magnéticos de R. Steiner. En los toroides. Y en los estudios de ingeniería reticular de Phil Callahan, que tras viajar alrededor del globo, pudo constatar, mediante lecturas osciloscópicas, la correlación de las alteraciones del campo magnético de resonancia de la tierra con las zonas de guerra.

Las regiones donde el campo magnético de la tierra ha sido cortado o bloqueado, interaccionan con los individuos que las habitan. Ocasionando desde disfunciones hasta patologías diversas. Todas ellas consecuencia de la perturbación de la comunicación entre tejidos y órganos. Ya que el estrés generado en la merma de la gestión comunicativa entre tejidos y órganos, induce en el plano metabólico alteraciones del péndulo simpático-parasimpático, bloqueos, aflujos de hormonas, crisis vasculares, que inducen inestabilidad en la estructura neuro sensorial, mediante alteraciones en la atención, concentración y fijación de ideas, a su vez la detención de su libre flujo favorece el bloqueo e inducen decisiones precipitadas, poco meditadas, malos entendidos, que inestabilizan el ánimo y psiquismo individual de cualquier sujeto.

El vector de interacción de la energía caótica, de una región perturbada, con las alteraciones individuales transforma, por salto cualitativo, los conflictos individuales en colectivos, pudiendo llegar las tensiones a degenerar transformándose incluso en conflictos bélicos. Y nos demuestra nuevamente la interconexión entre la tierra y lo seres que la habitan.